Esta es mi historia. 

Rajita pasó muchos años vagando por un barrio donde nadie la reclamaba. A veces la veían sentada frente a una tienda, con sus patitas cruzadas y la mirada serena. No pedía mucho: solo un poco de comida o un lugar donde descansar.

Cuando la conocimos, Rajita ya tenía 6 años. Aunque su cuerpo mostraba señales del tiempo y la intemperie, su energía seguía viva. Nos recibió moviendo la cola, con esa mirada que lo dice todo: “Gracias por verme”. En el refugio se adaptó rápido, conviviendo con otros perritos y demostrando lo noble y sabia que es.

Hoy Rajita está esterilizada, con todas sus vacunas al día, y lista para encontrar ese hogar donde pasar sus años dorados. Es de raza mediana, muy amigable y le encanta compartir con otros perritos. No es una perrita demandante, pero sí una que te dará paz, ternura y una compañía incondicional.